Manejo del botiquín

En muchos de nuestros hogares existe un botiquín casero. Su existencia es recomendable pero no siempre son adecuados su contenido y el lugar donde lo situamos dentro de nuestras casas.

El objetivo debe ser tener a mano material sanitario que nos permita atender de forma rápida pequeños problemas y accidentes caseros (heridas, quemaduras, contusiones) y nunca deben usarse para almacenar medicamentos de cualquier tipo, mucho menos por largos periodos de tiempo.

El botiquín casero debe contener:
-    Gasas estériles.
-    Suero fisiológico (mejor en envases de 500 ml o menos).
-    Un desinfectante (recomendada clorhexidina).
-    Una venda.
-    Esparadrapo.
-    Un analgésico-antitérmico: mejor tipo paracetamol.
-    Un termómetro.
-    Tiritas.
-    Unas tijeras de punta roma.
-    Unos guantes.

El botiquín casero no debe contener:
-    Antibióticos. Siempre deben usarse bajo prescripción médica.
-    Restos de medicamentos usados. Deben eliminarse en los puntos SIGRE de las farmacias.

El botiquín debe situarse en un lugar con las siguientes características:
-    Alejado de fuentes de calor (cuidado si se sitúa en la cocina).
-    Lugar fresco y seco.
-    Permitir permanecer cerrado.
-    Lejos del alcance de los niños y niñas.
-    De fácil acceso y conocido por todos los que conviven en el domicilio.

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