Hábitos posturales

Es aconsejable mantener unos buenos hábitos posturales a lo largo de toda la vida ya que nos van a proporcionar una mayor autonomía e independencia, y además nos va a aumentar nuestra autoestima.

Cada persona responde de manera diferente a los trastornos y al ritmo de progresión que provocan el proceso biológico de envejecimiento y las enfermedades crónicas. En algunas, el proceso puede ser muy rápido mientras que en otras puede ser lento y permitirle llevar una vida relativamente normal durante mucho tiempo. Además, todos los cambios asociados al envejecimiento no se presentan necesariamente en todas las personas ni con la misma intensidad. No obstante, se hace necesario destacar algunos que sí tienen especial relevancia porque implican una menor independencia, una mayor fragilidad, y una limitación en la calidad de vida. Se trata de los que afectan la capacidad para moverse y desplazarse: los cambios en los mecanismos referentes correctores de la postura, el equilibrio estático, la capacidad de respuesta rápida ante el desequilibrio, y la marcha.

Generalmente consiste en realizar diariamente en una serie de actividades sencillas que implicaran ejercicio físico y la práctica de movimientos similares a los que se realizan con frecuencia en la vida diaria.

Se trata de una serie de ejercicios funcionales para corrección y control de la postura:

  • Sedestación: posición correcta al estar sentados.
  • Bipedestación: consiste en mantenerse con el cuerpo erguido en contra de la fuerza de gravedad, con apoyo en ambos miembros inferiores y el peso distribuido entre los dos pies.
  • Levantarse – sentarse: Supone cambiar de la posición estable de sentado a la posición de pie, que es comparativamente inestable, para volver a sentarse de forma controlada.
  • Pedalear: Consiste en repetir activa y fácilmente la secuencia de movimiento de pedaleo con las manos o con los pies, con la ayuda de un aparato con pedales que se usa en posición sentada
  • Subir y bajar escaleras: Se trata de una importante actividad de la vida diaria con alta exigencia neuromuscular y cuya práctica como actividad física de intensidad moderada se ha asociado con beneficios para la salud.
  • Pasear: Consiste en ir caminando de un lugar a otro por diversión o por ejercicio. Aunque caminar es una habilidad aprendida que se realiza sin esfuerzo consciente, es una actividad motora compleja que requiere planificar la ruta más conveniente a seguir, una continua interacción con el medio ambiente y la permanente interacción de los sistemas que controlan el mantenimiento de la postura erguida y los mecanismos del equilibrio y la marcha

Recuerda que siempre es mejor hacerlo en compañía. Muchas localidades de Andalucía cuentan con parques específicos que ayudan a realizar estas actividades.

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