Microrrelatos confinados desde Sevilla: ¡Entre naranjos y flores!

Compartimos el microrrelato enviado por Ángeles, de la provincia de Sevilla, que ha querido participar en la iniciativa "Microrrelatos confinados" puesta en marcha por la plataforma En buena edad.

¡Entre naranjos y flores!

entrefloresSomos una pareja de 68 y 71 años. Estamos confinados como todo el mundo. Nos consideremos unos privilegiados pues vivimos en una casita en el campo rodeados de un ambiente bonito.Tenemos muchas flores y me entretengo en cuidarlas. Como es primavera, están preciosas. Disfruto de su aroma y belleza.

entrenaranjosTenemos un huerto que nos proporciona comida sana y naranjas. El postre está asegurado. El marido cuida del entorno. Está toda la mañana ocupado. Yo me ocupo de las tareas de casa. Mi colada la hago a mano pues no tengo lavadora a causa de la escasez de agua. Cada día hago gimnasia. Como estaba en un grupo de gimnasia para mayores, me sé todos los ejercicios. Claro, echo mucho de menos a mis compañeras.

Soy aficionada a la lectura. Me siento privilegiada por eso. La lectura es una compañera fiel. Me gusta escuchar música. José Luis Perales es mi cantante favorito. Los discos los voy a gastar de tanto escucharlos.

Por las tardes, mi marido y yo jugamos a las cartas y al dominó, un buen entretenimiento. También juego a sopas de letras. Así mantengo la cabeza ocupada.

Echo de menos a mis hijos y sobre todo a mis nietos, Rociito y Diego. Gracias a las tecnologías se sobrelleva mejor. Ya sabéis wassap, vídeos, videollamadas y charlas al teléfono.

También añoro a mis amigos. Las buenas tardes de charla, juegos de cartas, dominó y nuestros viajes del Imserso.

Bueno, todo pasará y, si lo superamos, volveremos a nuestras vidas.

Dicen a todas horas en los medios que somos grupos de riesgo. Yo prefiero que lo seamos nosotros y no los jóvenes y niños. Eso sí que sería duro.

Siento infinito las personas fallecidas. Me da mucha pena y rabia que se hayan ido de este modo. Seguro que no les pertenecía morir. La vida hay que saborearla infinito.

Me despido y deseo que todo esto se acabe para que podamos volver a nuestras vidas.

Gracias.

microrrelatosconfinados
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enbuenaedad.csalud